Death Stranding repetición, recompensa y mindfulness
Publicado el 6 agosto 2020 - ¡Alerta Spoiler!
Death Stranding salió hace poco en PC y ya hace unos meses en PS4. Desde su anuncio, Death Stranding parecía un juego distinto.
El planteamiento del juego es hacer una serie de misiones que implican transportar paquetes de un punto A a un punto B para expandir una red que permita a la humanidad recuperarse de un cataclismo. La mecánica principal implica evitar que la carga que transporta el protagonista sufra daños durante el viaje.
En el Alerta Spoiler de hoy no vamos a discutir partes de la trama sino que vamos a hablar sobre las mecánicas del juego y su impacto psicológico.
Sin embargo, haremos referencia a un punto de la historia para explicar su impacto sobre las mecánicas del juego y la psicología del jugador.
La mayoría de los videojuegos actuales que tienen algún tipo de componente online en sus mecánicas suelen emplearlas para generar refuerzo positivo sobre el jugador. Esto implica que las mecánicas del juego están diseñadas de forma que cada poco tiempo el jugador reciba algún tipo de recompensa que le incite a seguir jugando.
Death Stranding coge este concepto de refuerzo positivo y lo implementa dentro de una mecánica que se presenta como el efecto contrario: el refuerzo demorado. Las misiones de Death Stranding suelen obligar al jugador a recorrer largas distancias de terreno, transportando carga susceptible de ser dañada, y transitando lugares que resultan obstáculos para el jugador.
Así, cada misión de Death Stranding nos obliga a plantearnos el transporte de la carga como si de una metodología de solución de problemas se tratara.
Nos obliga a estudiar el terreno que vamos a recorrer para ir preparados con el equipamiento adecuado para cada terreno, nos invita a establecer rutas que nos permitan llegar a nuestro destino de forma segura y no nos empuja a ir por una ruta prefijada.
De esta forma, el juego devuelve al jugador el control sobre sus decisiones. La recompensa llega cuando conseguimos entregar el paquete de forma exitosa en su destino. Es decir, el refuerzo se obtiene una vez se ha completado una cadena de acciones de progresiva complejidad resultado de un proceso de planificación.
Sin embargo, durante el viaje el juego nos permite obtener refuerzos inmediatos. Ahí es donde entra en juego la mecánica online del juego: a lo largo de nuestras travesías podemos gastar nuestros materiales para construir estructuras que faciliten las travesías de otros jugadores y las nuestras propias. Y esas estructuras pueden valorarse positivamente «dando like» a las estructuras que otros jugadores hayan construido.
Por ejemplo, podemos construir una carretera que nos permita circular con seguridad con los distintos vehículos que nos facilita el juego. Una vez construida, la carretera queda disponible para el resto de jugadores. Cuantos más likes den los jugadores a tus estructuras, más conectados a ti quedarán.
La forma que tiene Death Stranding de entender la cooperación está basada en cómo se establecen redes relacionales desde el refuerzo.
El refuerzo inmediato conecta distintos eventos y los mantiene presentes, mientras que el refuerzo demorado activa esas redes relacionales de forma coordinada para obtener resultados complejos.
Estos dos eventos psicológicos alcanzan su máxima expresión cuando focalizamos en el presente. En los últimos años se han ido incorporando estrategias de mindfulness a las terapias contextuales porque aportan estrategias de focalización en el presente que potencian los efectos del refuerzo sobre las redes relacionales.
Así, atravesar los distintos parajes que hemos seleccionado en nuestra ruta, observando el terreno, recorriéndolo, se convierte en un ejercicio de mindfulness. Nuestro personaje está ahí y en ese momento recorriendo esa montaña en concreto por ese lugar concreto y nosotros, como jugadores, estamos ahí y entonces experimentando esa ruta.
A partir de aquí comentamos un spoiler sobre el juego. Hacia los compases finales del juego la historia de Death Stranding nos empuja a volver a recorrer todo el mapeado que hemos atravesado durante las distintas misiones para volver al lugar de inicio del viaje.
En ese momento, todo el esfuerzo que hemos invertido construyendo estructuras, conectando con otros jugadores y preparándonos para lo que pueda surgir cobran fruto. Ante nosotros se nos abre una red de transporte que nos permite regresar al lugar donde comenzamos el viaje en apenas una hora, cuando el viaje que nos ha llevado hasta ahí ha sido de días y días.
De esta forma, el juego nos refuerza, por última vez, a cooperar, a centrarnos en lo que estamos haciendo en cada momento, a hacerlo con propósito, con objetivo.
Si algo hace Death Stranding a nivel psicológico es potenciar los efectos del refuerzo demorado y del juego online social positivo en una época en la que los videojuegos se centran en el refuerzo inmediato y en el juego online competitivo.
Como siempre, la ilustración es de la artista Laura Calvo.