Undone y la esquizofrenia

La esquizofrenia es el tema principal de la serie de Amazon Prime Undone. Entendemos que esta primera frase parezca un spoiler. Sin embargo, desde el principio de la serie se nos plantea que algo está sucediendo.

Pocas series tratan la enfermedad mental como lo hace Undone. Su puesta en escena, utilizando la técnica de la rotoscopia (pintar sobre los fotogramas para dar un aspecto de dibujo a lo que se ve), es una declaración de intenciones. Todo lo que vemos en pantalla lo vemos desde la perspectiva de Alma, su protagonista.

Alma tiene un accidente de tráfico y, al despertarse empieza a percibir el tiempo de formas diferentes y a ver a su padre muerto.

Este es el punto de partida y no vamos a discutir aspectos de la trama en sí misma. No obstante, vamos a hacer mención a cómo trata la serie la experiencia psicológica del tiempo y cómo se relaciona con determinadas enfermedades mentales. Por ello, si quieres ver la serie sin saber nada, no sigas leyendo.

A partir de aquí, ¡alerta spoilers!

El accidente de tráfico es un suceso traumático que puede desencadenar procesos asociados con la esquizofrenia. Alma comienza a tener alucinaciones con su padre muerto y a experimentar el tiempo de forma no lineal como parte de los posibles síntomas que se pueden asociar con este trastorno.

La experiencia lineal del tiempo es un proceso psicológico. Sin embargo, a través de procesos alucinatorios podría experimentarse de forma inconexa o interrumpida, generando la sensación perceptual y personal de que se viaja en el tiempo.

Podemos suponer que en Undone, Alma no viaja a través del tiempo y del espacio, si no que experimenta recuerdos de su pasado o eventos de su presente de forma inconexa o alucinada, dentro de sus delirios, generando y sustentando la idea de que es capaz de viajar a través del tiempo.

En un momento dado Alma le dice a su madre que sabe cosas del pasado porque estuvo allí. Se entiende que ese estar allí es porque ha viajado en el tiempo. Sin embargo, podríamos argumentar que Alma, vivió ese momento de niña y, por su impacto emocional, lo olvidó. Hasta recuperarlo inserto en su proceso alucinatorio.

Undone incorpora teorías y aproximaciones terapéuticas modernas de la esquizofrenia de forma sutil. Por ejemplo, existen aproximaciones terapéuticas que asumen que las alucinaciones tienen sentido desde un punto de vista funcional, es decir, que determinadas voces o imágenes surgen como respuesta a situaciones del contexto. Así, nos estarían dando información sobre el mundo, y se podría ayudar al paciente a reconocerlas y poder servirse de ellas como ayuda.

Hay muchas escenas que se desarrollan con Alma hablando con su padre. En estas conversaciones su padre le da consejos sobre cómo afrontar situaciones o cómo gestionar sus emociones que son tremendamente útiles. En otras situaciones, las alucinaciones permiten a Alma recordar su pasado y entender mejor qué relación tenía con su padre y qué cosas le han sucedido para sentirse como se siente.

También plantea que su padre pudiera sufrir esquizofrenia antes de su fallecimiento. Existen indicios que apuntan a que convivir con personas con esquizofrenia puede, no sólo por genética, aumentar las probabilidades de sufrir algún tipo de trastorno. La serie plantea la parte experiencial y contextual de la enfermedad al presentarnos al padre como una persona tremendamente funcional que poco a poco va comportándose de formas menos apropiadas socialmente.

Así, vamos compartiendo con Alma el proceso de descubrir lo que está sucediendo.

Y la serie nunca nos da la respuesta. No resuelve de forma inequívoca si todo lo que hemos visto ha sido fruto de una posible esquizofrenia o si, realmente, Alma posee la capacidad de viajar a través del tiempo.

Y quizás es así como debe ser. Las personas que padecen esquizofrenia deben afrontar diariamente la posibilidad de que lo que están experimentando en ese momento no sea del todo real.

En eso es en donde mejor funciona Undone, en hacernos empatizar con esa sensación, con esa incertidumbre.

La ilustración, como en cada post, es de la gran Laura Calvo.