Reflexión psicológica sobre la película de Joker

Problemas del Joker

La enfermedad de Arthur le lleva a reírse cuando se siente bajo estrés o con muchos nervios. La expresión de la risa, generalmente, es difícil de controlar y suele darse de forma súbita. Para Arthur, la dificultad para parar de reír y la imposibilidad de controlarlo se convierte en algo muy doloroso que sobrelleva como puede.

A lo largo de la película asistimos a la transformación que va sufriendo Arthur y que está tremendamente arraigada en problemas que acontecen a personas con enfermedad mental:

• Primero se queda sin trabajo porque las personas que trabajan con él no creen su versión del robo. Así, Arthur empieza dudar de sí mismo y de si puede o no confiar en la gente.
• Luego, le dejan sin medicación y Arthur empieza a tener alucinaciones y delirios cada vez más vívidos y empieza a tener más dificultades para discernir entre lo que es real y lo que no.

Y por encima de todo eso está una relación con una madre que le dice que él está en el mundo para traer felicidad y sonrisas. Un mundo que está constantemente agrediéndole, apartándole y castigándole por cualquier intento que hace por encajar: haciendo reír a un niño en el autobús,  queriendo hacer stand-up o cuidando de una madre a la que todos tildan de loca y desadaptada. La búsqueda de un padre no es más que un intento por conectar con un origen, por dar explicación a una situación injusta: que él y su madre están solos y el mundo mira para otro lado.

Análisis

Por eso, cuando emplea la violencia contra aquellos que la ejercen sobre él la visión que tiene de sí mismo y de su entorno comienza a adquirir funciones nuevas. Y el resultado de todo ello es una conclusión que transforma a Arthur para siempre: él no se reía cuando no debía porque tenía una enfermedad, él siempre se ha reído en esas situaciones porque son graciosas para él y su sentido del humor es diferente al del resto. Ahí, la risa descontrolada desaparece.

Conclusión personal

Queremos acabar diciendo que el porcentaje de casos de violencia asociada con enfermedad mental es bajísimo y que, aunque Joker emplea escenas violentas, entendemos que su mensaje con respecto a lo diferente y a la enfermedad mental tiene con la violencia social que se ejerce muchas veces de forma inconsciente sobre el incomprendido y el marginado. En la mayoría de ocasiones, y como se muestra al final de la película, la locura más grande es que el ser humano se asocie en una masa enfervorecida y violenta que asola sin ningún tipo de conciencia con todo lo que encuentra a su paso.

Y esa es la broma final a la que alude Joker en el psiquiátrico. A través de sus acciones, un individuo anónimo que formaba parte de los disturbios acabar por dejar sin padre a un niño que sabemos que en el futuro será Batman, forjando así la otra cara de la moneda.