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Suicidio mitos y señales de alerta

Publicado el 23 junio 2024 - Sin categoría

suicidio señales

Nos encontramos en un momento en el que la salud mental parece que está teniendo un gran impacto en nuestra sociedad, sin embargo, cada día se suicidan un elevado número de personas, que parece que a lo largo de los años va en aumento.


Es muy importante hablar de forma adecuada sobre el suicidio pues así se estaría ofreciendo al menos un recurso de ayuda para aquella persona que pueda estar sintiéndose incomprendida, desesperada o sin saber a quién acudir.
Por ello es fundamental quitar el estigma que acompaña a este suceso tan recurrente en nuestra sociedad, dejar de tratarlo como un tema tabú, y por tanto, abordar los mitos que existen sobre el suicidio.


Hay más casos de suicidio de los que creemos, es más, es una de las principales causas de muerte a nivel mundial. Para reflejar esta importancia, en 2021 fallecieron por suicidio 4.003 personas en España, una media de 11 personas al día.

El suicidio es un acto con resultado letal, deliberadamente iniciado y realizado por la persona, sabiendo o esperando su resultado letal y a través del cual pretende obtener los cambios deseados. Podemos diferenciar:

  • La ideación suicida son los pensamientos que la persona tenga sobre el suicidio, el quitarse la vida, etc.
  • La comunicación suicida es cuando la persona transmite los pensamientos, los deseos o la intencionalidad de acabar con la propia vida, puede ser una transmisión verbal o no verbal.
  • Por último, la conducta suicida que es dañina y producida por la propia persona. Dentro de la conducta suicida encontramos las autolesiones, donde la persona se provoca lesiones pero sin tener intención de morir; el intento de suicidio, en el cual hay intencionalidad de causar la muerte pero no acaba siendo el resultado, y por último el suicidio, donde el resultado es la muerte y hay una intencionalidad de acabar con la vida.
señales de alerta de suicidio


Los mitos son afirmaciones que no se han probado y se han dado por válidas en la población. Estas afirmaciones son compartidas por muchos, y si no se filtran correctamente, pueden llegar a integrarse y a que las personas las demos por válidas sin cuestionarlo.


Algunos de los mitos que existen sobre el suicidio son:

Este mito compartido por muchas personas en nuestra sociedad conlleva que casi no se hable del suicidio en el telediario, en los institutos, etc. Es una idea equivocada pues se sabe que hablar sobre el suicidio con una persona que está en tal riesgo (porque lo está pensando y valorando como opción por ejemplo), reduce el peligro de cometerlo, pues, al hablarlo puede sentirse comprendido, puede ver otra opción que quizás no valoró, etc.

Muchas de las personas que han intentado suicidarse, previamente expresaron su intención de hacerlo, ya sea con palabras, gestos o con cambios de conducta. Por esto es importante estar pendiente de las posibles señales de alerta que podamos identificar.

Esta idea es falsa al considerar el suicidio y la depresión como sinónimos, pues no todas las personas que se suicidan tienen depresión, ni todas las personas que tienen depresión se suicidan.

Este mito limita la posibilidad de prevenir que alguien se suicide, cuando a veces sí se puede identificar. Es cierto que el suicidio en algún caso puede ser el resultado de un acto impulsivo repentino, pero también de una planificación muy cuidadosa, en ambos casos, casi siempre existen signos verbales o no verbales de riesgo suicida.

No son personas cobardes, sino personas que sufren y no encuentran otra alternativa a ese sufrimiento, pues no ven que la situación vaya a cambiar.

Estas personas sienten que no tienen forma de adaptarse y hacer frente a las situaciones que estén viviendo, y no encuentran otra alternativa, excepto el atentar contra su vida.


Muchas personas, antes de suicidarse, muestran una serie de signos que hacen que sea posible detectar el riesgo suicida. Por ello, es muy importante conocer cuáles son estas señales de alerta para que sea posible disminuir el riesgo del suicidio.
Estas señales de alerta que vamos a mencionar pueden ser tanto verbales como no verbales.


Entre las señales verbales, podemos encontrar comentarios negativos sobre sí mismo, sobre su vida o sobre su futuro (“no valgo para nada”, “mi vida no tiene sentido”, “las cosas no van a mejorar nunca”); despedidas verbales o escritas (“quiero que sepas que en todo este tiempo me has ayudado mucho”) y por último comentarios relacionados con el acto suicida o la muerte (“me gustaría desaparecer”, “no merece la pena seguir viviendo”).

«no valgo para nada”

“mi vida no tiene sentido”

“las cosas no van a mejorar nunca”

«quiero que sepas que en todo este tiempo me has ayudado mucho”

“me gustaría desaparecer”

“no merece la pena seguir viviendo”


Por otro lado, en las señales de alerta no verbales se puede observar un cambio repentino en su conducta que puede ir en dos sentidos, se produce un aumento de la irritabilidad de la persona, entre otras cosas, con un posible consumo de bebidas alcohólicas, seguido de un periodo de calma y tranquilidad.

También pueden aparecer lesiones recientes en alguna parte del cuerpo, regalar objetos muy personales, cerrar asuntos pendientes o preparar documentos para cuando uno no esté (testamento, cartas de despedida, etc.).

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