Naturaleza y salud mental La regla 3 30 300
Publicado el 13 mayo 2025 - Sin categoría

¿Te gustaría saber qué es la regla 3 30 300 y qué tiene que ver con la naturaleza? El ambiente en el que vivimos influye en nuestra calidad de vida. Existen algunos factores del entorno que pueden hacernos menos felices o aumentar el estrés que podemos sentir en algunas ocasiones de nuestra vida.
Estos factores pueden ser desde la arquitectura que vemos hasta el aire que respiramos.
¿Qué tiene que ver la naturaleza con tu salud mental?
Es importante conocernos y conocer el lugar en el que vivimos para poder aprender qué cosas pueden hacernos sentir peor en momentos en que ya lo estemos pasando mal. O qué entornos pueden favorecer a que nos encontramos con un mayor bienestar general.
En este blog veremos qué factores del ambiente pueden llegar a empeorar nuestra calidad de vida y qué factores podrían ayudarnos a estar algo mejor.
Entornos que nos empeoran la calidad de vida
Existen diversos componentes del entorno, que en particular se ha visto que empeoran nuestra calidad de vida. Para que esto pueda suceder debemos estar constantemente expuestos a ellos.
Entre ellos tenemos:
El ruido
En ocasiones vivimos en lugares donde hay constantemente ruidos, pueden ser de coches, de obras o incluso, el de las personas si vivimos en un lugar más céntrico. Vivir constantemente en un entorno de un mayor ruido puede contribuir a que estemos más irritables, molestos o a que nuestra calidad de sueño se vea afectada. ¿Te ha pasado que en un momento de enfado un ruido fuerte o constante provoque que lo estés aún más? Estar expuesto continuamente a éstos, podría empeorar el cómo nos sentimos.
En adultos, los ruidos constantes pueden afectar negativamente a nuestra concentración y a nuestra productividad. El no poder controlar los ruidos de fuera puede generar frustración y tras esto agotamiento.
En niños, los ruidos de tráfico cerca de los colegios pueden afectar a su desarrollo cognitivo. Influyendo en su concentración y en su memoria de trabajo. Lo mismo ocurriría con los hogares cercanos a aeropuertos, en donde pueden estar constantemente escuchando el sonido de los aviones.
La luz
La luz natural realiza un papel importante en nuestro sueño y en nuestro estado de ánimo. La exposición a la luz solar ayuda a regular la producción de melatonina y serotonina, hormonas esenciales para el bienestar emocional. La melatonina nos ayuda a conciliar el sueño.
Durante el día la luz solar nos ayuda a bloquear la melatonina por lo que nos hace estar más despiertos. Durante la noche, al haber menos luz, nuestra melatonina no es bloqueada, por lo que permite que conciliemos el sueño. Entornos con mucha luz artificial podrían conseguir que no conciliemos el sueño de una manera adecuada.
La exposición a la luz solar también nos libera mayor serotonina, siendo un neurotransmisor que influye en nuestra felicidad. Estar en entornos en donde no hay mucha luz solar puede afectar a nuestro estado de ánimo, fomentando un estado de ánimo bajo.
El aire
La calidad del aire puede llegar a generar una predisposición a padecer más trastornos de ansiedad o depresión que lugares con un aire más limpio.
Algunos lugares con mayor contaminación atmosférica, como pueden ser los centros de ciudades, pueden tener partículas que inflaman nuestro cerebro, pudiendo afectar a nuestra memoria, estado de ánimo, y a nuestras respuestas emocionales.
Los componentes de nuestro ambiente pueden no ser suficientes para generarnos algún trastorno de salud mental por sí solo, pero aún así, carecer de un buen espacio en el que desarrollarnos puede afectar significativamente a nuestras vidas.

Factores que mejoran nuestra calidad de vida
Además de que existen componentes que pueden empeorar nuestra calidad, también conocemos componentes que pueden mejorar nuestra calidad de vida.
Teniendo en cuenta los factores anteriores, éstos también mejoran nuestra calidad de vida a la inversa. Una menor contaminación acústica, tener un espacio con luz natural o respirar aire con mayor calidad, harán que nuestro entorno sea de mayor calidad para nosotros.
Un gran factor que puede ayudarnos en la reducción del estrés, una mejora de la concentración y un mayor bienestar emocional son los espacios verdes.
Los espacios verdes nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida. Los estudios nos hablan de que los espacios verdes ayudan a reducir nuestro estrés hasta en un 60%. Un 20% mejorar la concentración. Hasta un 33% de mejora del bienestar psicológico en diferencia a las personas que no viven cerca de un entorno verde.
Aunque, siempre hay que tener en cuenta que estos factores no son suficientes para mejorar la regulación del estrés, mejorar la concentración u obtener un mayor bienestar emocional pero sí pueden servir de mucha ayuda.
Aún así, si consideras que necesitas más ayuda con estos factores siempre puedes contactar con un profesional de la salud.
Los espacios verdes
Los espacios verdes son lugares que están cubiertos principalmente por vegetación, como árboles, césped, flores, arbustos u otras formas de vegetación. Pueden ser parques, jardines, bosques, áreas de senderismo, etc.
Se ha encontrado evidencia de que pasar tiempo regularmente en los espacios verdes genera efectos positivos para nuestro bienestar.
Pasar 20 minutos al día por una zona verde ya nos ayudaría en la reducción del estrés y pasar una frecuencia de 3-5 veces a la semana nos ayudaría a mejorar el estado de ánimo.
En general, se ha visto que las zonas verdes pueden influir en la reducción del estrés porque ayuda a bajar el cortisol, una hormona que es liberada en periodo de estrés.
Mejora el estado de ánimo porque ver tonos azules y verdes nos ayudan a relajarnos de manera natural. Favorece nuestra concentración dado que es un entorno con menos estímulos lo que hace que no tengamos que tener una atención más activa como en un entorno con muchos estímulos.
Asumiendo que los espacios verdes nos generan mayor bienestar, se ha propuesto un concepto para mejorar lo que nuestro entorno es, y poder aprovechar todos los beneficios de los entornos verdes.

La regla 3 30 300
Teniendo en cuenta lo favorecedor que puede llegar a ser vivir cerca de entornos verdes para nuestra salud mental se ideó la regla 3 30 300.
La regla 3-30-300 se creó para que la mayoría de zonas tenga acceso a un espacio verde que pueda mejorar el bienestar de las personas.
Consiste este La regla 3-30-300 en las siguientes pautas
3 árboles visibles desde casa
La norma de los tres árboles nos dice que cada persona debería poder ver al menos tres árboles desde su hogar.
30% de cobertura arbórea en el barrio
En la norma de que los barrios deberían tener un mínimo del 30% de cobertura de árboles para optimizar el bienestar de los residentes.
300 metros de distancia a un parque o zona verde
Toda persona debería vivir a menos de 300 metros de un espacio verde accesible.
Desglosando la regla 3 30 300
La importancia de ver árboles desde casa
La regla de ver tres árboles desde casa puede ayudarnos a reducir los niveles de estrés, mejorar la concentración y la memoria y favorecer los estados emocionales positivos y aumentar la sensación de calma.
La naturaleza es un entorno en el que los humanos nos hemos relacionado desde hace miles de años, estar en contacto con ésta nos genera sentirnos en un espacio seguro, controlado y en calma, lo que generaría una reducción del cortisol, la hormona del estrés, que podemos generar en ciertos lugares.
En ambientes urbanos, la constante exposición al ruido, la luz artificial y la actividad frenética puede generar una sobrecarga sensorial. En contraste, los entornos naturales son menos estimulantes de esta manera, lo que permite que el cuerpo y la mente se relajen. El contacto con la naturaleza permite que el sistema nervioso parasimpático, que está asociado con la relajación y la recuperación, entre en acción.
Cobertura del 30% de árboles en el barrio
Vivir en un barrio con una cobertura del 30% de árboles no solo mejora la calidad del aire y reduce la temperatura, sino que también está vinculado con menores tasas de trastornos de depresión y ansiedad.
Entre algunos otros efectos podemos encontrar, un aumento en la sensación de seguridad y bienestar subjetivo, mayor interacción social y cohesión comunitaria, factores protectores contra el aislamiento social y la reducción del ruido urbano, lo que disminuye la sobrecarga cognitiva y el estrés.
Tener espacios con naturaleza, parques y jardines, hace que el entorno luzca como un entorno mayormente seguro y tranquilo que en una zona que carezca de ello. Tener espacios que tiendan a verse más limpios, como puede ocurrir con los jardines, las personas tienden a percibir como un lugar que transmite mayor seguridad.
El tener espacios de tranquilidad hace que se fomente que las personas quieran y puedan reunirse en él, fomentando la interacción social. Y, teniendo estos espacios, se fomenta la cohesión comunitaria, haciendo que las personas puedan generar ganas de realizar actividades en grupo.
Por otra parte, esta regla 3 30 300 nos indica que los árboles y arbustos pueden tener un efecto amortiguador del ruido que podamos encontrar en sitios con mayor actividad, como de obras o de tráfico. Estar en un espacio tranquilo como puede ser un parque nos puede reducir esa sensación de ruido constante y molesto.
Acceso a un parque a menos de 300 metros
La posibilidad de llegar a un parque en pocos minutos facilita la actividad física, la socialización y la desconexión del ajetreo urbano.
Entre los beneficios que podemos encontrar de tener un parque a menos de 300 metros encontramos la mejora en la regulación emocional y en la menor aparición de trastornos afectivos, el aumento general del bienestar y la promoción de la actividad física.
Estar en un entorno de naturaleza nos facilita un efecto calmante, reduciendo los niveles de cortisol. Estar en un ambiente verde también nos genera una mayor activación del sistema parasimpático. Éste se activa en situaciones de relajación.
Los entornos verdes también nos generan mayor sensación de conectar con el presente que nos ayudaría a la regulación emocional y una mayor sensación de bienestar.
Tener a disposición un espacio verde cercano fomenta que las personas quieran realizar ejercicio. Además si se trata de un espacio como un bosque, se fomentan otros deportes aparte de correr y andar como el senderismo y el ciclismo.
La aplicación de la regla 3-30-300 desde la psicología urbana nos permite comprender cómo la naturaleza impacta nuestro bienestar mental. Desde la reducción del estrés hasta la mejora en la cohesión social.
¿Qué hacemos si no podemos vivir en otro lugar?
Es cierto que la naturaleza tiene un impacto profundo en nuestra salud mental y bienestar físico. La regla 3-30-300, que sugiere que los residentes de las ciudades deben estar cerca de espacios verdes y tener acceso a árboles, es una excelente guía para mejorar nuestra calidad de vida. Sin embargo, no todas las personas tienen el privilegio de vivir en áreas con parques cercanos o entornos naturales a su alcance. Si te encuentras en una ciudad sin muchos espacios verdes o vives en un entorno más urbano, debe de resultar difícil el acceso o el recurrir a un espacio verde en caso de que nos gustaría probar todos los beneficios escritos en este blog.
Los espacios verdes pueden generar muchos beneficios a nivel de estrés y regulación emocional, no obstante, debemos recordar que pasar por situaciones que nos alteren más en momentos determinados, y convivir con nuestras emociones es parte de nuestra vida.
Tener en cuenta el acudir a espacios verdes como acompañamiento de un aprendizaje de nuestro estrés y nuestra regulación emocional sería lo ideal.
Por otra parte, no solo podemos conseguir todos estos beneficios de una manera natural, también podemos hacerlo de una manera en la que nos ayude un profesional.
El aprender a relajarnos también es algo que podemos aprender por un profesional e implementarlo en nuestra vida obteniendo resultados parecidos que los espacios verdes.
El aprender a focalizarnos en nuestro presente, que nos puede ayudar a numerables cosas como mejorar nuestra concertación o focalizar nuestra atención, también es algo que podemos aprender por un profesional.
Aunque no tengamos opciones de zonas verdes, podemos recurrir en búsqueda de ayuda, si lo necesitamos o si nos gustaría aprender algo en concreto, en algún profesional.
Veremos algunas preguntas que también puedan surgirte:
¿Cómo afecta el clima a la salud mental?
En ocasiones las variaciones del clima pueden llegar a afectar a nuestro estado de ánimo, quizás el estar en un entorno con mucho calor pueda volvernos mucho más irritables. O en ocasiones el cambio de estaciones, clima, luz solar puede afectar a nuestro ritmo de sueño.
Es importante tener en cuenta que cuestiones de nuestro entorno pueden llegar a afectar el cómo nos sentimos.
¿El viento puede afectar a cómo nos sentimos?
La existencia de un viento que se manifieste generando mucho ruido es posible que pueda afectar a cómo nos sentimos, estar expuestos a un ruido constante puede ser una fuente de estrés. Por otra parte, los vientos fuertes pueden hacernos sentir inseguros de nuestro propio bienestar, ya sea porque vivimos en sitios con típicas tormentas o huracanes y podría generarnos daños.
¿Cómo salir al exterior reduce el cortisol?
El alejarnos de todos esos factores que podrían ser un estresor para nosotros e ir a un espacio de calma, en donde nos sintamos tranquilos, puede reducir nuestros niveles de cortisol.
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