Ciclo menstrual La fase menstrual

La fase menstrual es la fase de nuestra menstruación en la que normalmente sangramos. 

Esto se produce porque a lo largo del mes se va desarrollando un ciclo dentro de nuestro cuerpo para albergar un posible embarazo. 

En esta parte de este ciclo de la menstruación, nuestro cuerpo se va preparando para que se produzca el embarazo. En el momento en que se acaba el ciclo y esto no sucede, la parte dentro de nuestro cuerpo que estaba preparándose para albergar este posible embarazo, se desprende. Esta parte del cuerpo que se estaba preparando se llama endometrio. 

Lo que veríamos que sucede físicamente en la parte menstrual sería el desprendimiento del endometrio, que consistirá en el sangrado que suele suceder de 1-5 días de todo nuestro ciclo menstrual. 

Pero dentro de nuestro cuerpo, se estarían dando muchos más cambios. 

¿Qué pasa en nosotras cuando estamos en la fase menstrual?

A nivel cerebral las hormonas progesterona y testosterona caen en picado durante esta fase. Estas hormonas influyen en nuestro cerebro y en el funcionamiento de nuestro cuerpo. Concretamente influyen en la serotonina, dopamina, noradrenalina y GABA, haciendo que estos neurotransmisores disminuyan. 

¿Cuando tienes la regla, te sientes más triste, cansada o sin ganas de hacer nada?

Esto sucede porque esa disminución de neurotransmisores nos afecta en varios aspectos, como en el estado de ánimo, en nuestra motivación de hacer cosas y en nuestra activación corporal. 

La disminución de estos neurotransmisores como la serotonina nos puede hacer que las cosas nos causen mayor irritabilidad. Y su escasez puede afectarnos, de manera que generemos mayores emociones desagradables como la tristeza. 

La serotonina también puede afectar a que tengamos más antojos en esta fase de la menstruación. 

En esta parte del proceso, esa disminución de GABA también influye en la sensibilidad que tenemos del estrés, haciéndonos más sensibles a los estresores y hacer que podamos sentirnos menos capaces de relajarnos.

Menos motivación

Por otra parte, que haya menos dopamina genera que no tengamos mucha motivación para hacer cosas, por lo que podemos sentirnos con mayor apatía o desgana en estos días. Fomentando que sintamos menos emoción por las cosas que nos generan placer. 

Mayor fatiga

Debido a la menor tasa de neurotransmisores de noradrenalina, fomenta que nos sintamos más fatigadas y que pueda influir en nuestra concentración. 

La fatiga también se produce porque nuestro cuerpo gasta energía al hacer este proceso y hasta en reposo nuestra temperatura puede llegar a disminuir. 

Mayor sensibilidad

Los niveles bajos de estrógenos pueden hacer que percibamos de mayor manera el dolor. Siendo más sensibles a los dolores que pueden surgir simplemente por la propia parte física de la menstruación. 

Además, que haya menos estrógenos pueden afectar a la parte de nuestro cerebro que influye en la memoria, el hipocampo. Haciendo que en estos días, nuestra memoria en algunos casos pueda verse afectada. 

Dolor y malestar

Para desechar el endometrio se activa la prostaglandina, que es una sustancia que favorece la expulsión del endometrio. 

Actúa inflamando y contrayendo el útero para que podamos desechar el endometrio correctamente. 

La inflamación y contracción del útero es lo que nos puede causar dolor y malestar durante el periodo. 

Estas también actúan a nivel cerebral, con lo que nos hacen más sensibles al dolor. Si tenemos una mayor cantidad de prostaglandina puede ser la responsable de tener periodos mucho más dolorosos y crearnos migrañas durante el periodo. 

La prostaglandina también puede afectar a nuestro sistema digestivo, experimentando diarrea o estreñimiento. 

Aspectos que pueden influir en la fase menstrual

La fase menstrual puede verse alterada en las personas por muchos factores, desde estilo de vida hasta nuestra edad.  

Algunos factores que podrían alterar nuestra fase menstrual son los siguientes

• El estrés puede afectar a nuestra fase de menstruación, llevándonos a ciclos irregulares o incluso a que no haya menstruación.    

• Nuestra dieta también es un factor que influye en nuestro periodo, haciendo que incremente los síntomas menstruales, como el dolor. 

• Un ejercicio excesivo podría generar que no tengamos menstruación. En cambio un ejercicio moderado puede ayudarnos a que nuestros síntomas, como el dolor, disminuyan. 

• Tanto nuestras condiciones médicas, como los medicamentos que tomemos pueden influir en la regularidad de nuestra menstruación. Si observamos que se ha visto alterado, estaría bien comentárselo a nuestro médico de cabecera. 

• Las etapas de edades también influyen en nuestro periodo. Tanto en la adolescencia como en la perimenopausia nuestros ciclos pueden ser más irregulares, abundantes o escasos. 

Existen muchos aspectos que pueden influir en nuestro ciclo menstrual, conocerlos nos ayuda a que podamos identificarlos si algo nos está pasando, aún así, siempre pueden existir posibles factores que no estemos viendo. Por ello, siempre es recomendable informar a nuestro médico de lo que nos está pasando. 

Consejos para aliviar los síntomas en la fase menstrual

Pasar por la fase menstrual no es algo sencillo, sobre todo por el malestar general que podamos sentir. Existen algunas formas que pueden hacer que nuestro malestar disminuya. 

Una buena alimentación siempre será beneficiosa para un bienestar general, pero en el caso de la menstruación también puede ser buena para reducir nuestro malestar. 

Alimentarnos con mayor calcio y magnesio como lo encontramos en el plátano, almendras y espinacas pueden ayudarnos a reducir el dolor. Además algunas infusiones como el jengibre o la canela nos ayudan a disminuir la inflamación y la hinchazón, así como la manzanilla y la menta nos ayudan a relajar los músculos, reduciendo así el dolor. 

El ejercicio moderado libera endorfinas, hormonas que nos ayudan a reducir el dolor y generar mayor sensación de bienestar, lo que podría ayudarnos con el dolor menstrual. 

Aplicarnos bolsas de agua caliente en la zona puede generar que los músculos de la zona se relajen, disminuyendo así el dolor. 

En ocasiones, las técnicas de relajación o meditación pueden ayudarnos a disminuir los síntomas de dolor. 

Existen muchas formas para ayudarnos a pasar estos días de la fase menstrual de una forma en que sintamos el menor malestar posible. Mientras más conozcamos, tendremos más repertorio para usarlas adecuándonos a nuestra vida y a nuestro tiempo.

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