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¿Qué es la productividad tóxica?

Publicado el 4 agosto 2025 - Sin categoría

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Si estás leyendo este blog es probablemenete porque te estás planteando cómo manejar la productividad tóxica, La entrega de trabajos o proyectos es algo que todos en algún momento de nuestra vida tendremos que hacer. Todos alguna vez hemos tenido que realizar tareas, ya sea para el colegio, el trabajo o simplemente ayudando en casa. Muchos trabajos pueden importarnos más que otros y esos tendemos a tomárnoslos ¨más en serio¨ o querer ser más rigurosos al hacerlo. Implementamos más tiempo, más esfuerzo y les dedicamos más ideas en nuestra mente. ¿Cuánto tiempo es normal dedicar a algo que nos importa? y ¿A algo que no nos importa? A veces tenemos la creencia de que mientras más tiempo pasemos en un trabajo mejor nos saldrá o mejor lo estaremos haciendo, aunque esto implique no dormir o no comer. 

Puede que a veces lleguemos a pensar que todo es igual de importante o que lo importante lo es demasiado y terminemos dedicando más tiempo del que podríamos, llevándonos a generarnos malestar en otros ámbitos de nuestra vida. 

En ocasiones también basamos toda nuestra vida en realizar tareas, buscando obtener un beneficio en cada tarea posible que hacemos, incluyendo en nuestros momentos de descanso. Esto puede generar que toda nuestra vida se base en los beneficios que obtengamos, haciendo que nos pidamos un mayor esfuerzo en todo lo que hacemos, pudiendo llevarnos a un mayor desgaste de manera física, emocional y mental. 

En este blog hablaremos de esa necesidad que podemos llegar a sentir a veces de que nunca nada del esfuerzo que invertimos en algo es suficiente. 

El realizar alguna determinada tarea es algo normal en nuestras vidas cotidianas, cuando realizamos nuestras tareas en su tiempo necesario y habiendo llegado a un objetivo claro podemos decir que hemos sido productivos.

La productividad es la capacidad que tenemos de ser eficientes en las tareas que realizamos y el poder establecer objetivos específicos.

Nadie nos enseña a ser productivos de manera eficiente en nuestras vidas, tendemos a hacer las cosas de la manera en las que sabemos, vemos o podemos. Esto nos conlleva gasto energético, tanto físico como emocional y recursos como nuestro tiempo. A veces es normal que muchas tareas que realizamos puedan consumir mucho más nuestros recursos, pero lo mejor es poder llegar a un equilibrio entre ellos y nuestro bienestar, eso nos llevaría a una productividad sana. 

Algunas veces dejamos que nuestras tareas o trabajos ocupen todo nuestro tiempo, generando mayor malestar y haciéndonos sentir más exhaustos. Si esto llegara a interferir en nuestra vida cotidiana podría convertirse en una fuente de estrés y malestar, siendo una productividad tóxica. 

Cuando el ser productivo se convierte en algo que irrumpe otros ámbitos de nuestra vida, quitándonos tiempo, energía o no permitiéndonos tener más ámbitos, la productividad puede llegar a convertirse en productividad tóxica. 

Esto puede llegarse a ver de diferentes formas en nuestra vida. Para cada persona puede presentarse de diversas maneras, o de maneras no plasmadas aquí. A continuación veremos formas en las que se puede presentar la productividad tóxica en nuestras vidas. 

  • Cuando creemos que el descanso no es necesario o sentimos emociones desagradables por tomárnoslo puede ser un indicador que nuestro deseo de ser productivos esté cohibiendo nuestro descanso. Como el llevar horas trabajando y aunque estemos agotados decidamos que no debemos tomar un descanso porque podemos seguir aún agotados.
  • En algunos momentos esta productividad excesiva puede darse porque llegamos a pensar que nada de lo que hacemos o nuestro esfuerzo es suficiente, por lo que destinamos más tiempo a nuestros trabajos de una manera constante, perdiendo así tiempo en otras actividades. Como dedicar nuestro día a repasar un trabajo que podría haberse finalizado pero nunca está de manera ¨perfecta¨ para entregar. 
  • A veces por ser tan productivos llegamos a descuidar elementos necesarios como el dormir o la alimentación, debido a que no destinamos tiempo a ello ya que consideramos que el trabajo o ser productivos es más importante. Como el acostarnos más tarde de forma constante para acabar los trabajos o saltarnos comidas por preferir seguir trabajando. 
  • El creer que nuestro valor es definido por el rendimiento o los objetivos que conseguimos, puede llegar a afectar a la forma en la que nos relacionamos con los trabajos, generando mayor peso en lo que hacemos o el tiempo que le dedicamos a ello. Como solo considerarnos válidos si alcanzamos un objetivo y de lo contrario machacarnos. 
  • Cuando priorizamos el valor final que le damos a conseguir objetivos. Cuando orientamos toda nuestra vida a conseguir metas y no disfrutamos de otras actividades o del mismo proceso de las metas, puede llegar a no solo no hacernos sentir placer el conseguirlas sino a generarnos malestar el no conseguirlas. Cómo vivir para ser productivo todo el tiempo. 
  • Esta productividad puede llegar a afectar a cómo vivimos otras experiencias o otras actividades que no tengan relación con ser productivo. Como el disfrutar de cosas que nos deberían ayudar a desconectar del trabajo, llegándolas a ver de manera negativa o a no generar sensaciones agradables por solo estar pensando en que debemos ser productivos. 
  • Cuando creemos que todas nuestras actividades tienen que ir orientadas a obtener una retribución monetaria o algún beneficio. Que todo lo que hagamos y decidamos hacer tenga  que estar orientada a ganar dinero o a conseguir algún beneficio en específico hasta nuestro descanso. 

Podemos llegar a sentirnos identificados con muchos de estos puntos o que para nosotros que la productividad nos haga daño pueda verse de otra forma. 

Cuando dedicamos todos nuestros recursos o orientamos nuestra vida a las tareas u objetivos que podamos conseguir puede que con el tiempo nuestro ánimo o energía vayan decayendo. 

Nuestro cuerpo y mente tienen límites y recursos limitados para utilizar durante diferente tiempo. Cuando estos se ven sobrepasados empiezan a sucedernos algunas de las siguientes cosas que veremos a continuación. 

Cuando utilizamos más recursos de los que nuestro cuerpo y mente pueden durante un tiempo prolongado, nuestra energía empieza a decaer. Podemos empezar a sentirnos cansados todo el tiempo, así nuestro estado de ánimo también decae, sintiéndonos más decaídos o con dificultad para sentir emociones agradables o que nos activen. Esto puede generar que podamos ver las tareas como una carga y no como un reto. 

Al mantenernos en una rutina en donde no nos permitamos descansar o decidamos que lo mejor es dedicarle todo nuestro tiempo a ser productivos, los descansos o otras actividades empezarán a generarnos mayor malestar. Centrarnos en otras cosas podrán llegar a generarnos emociones como culpa y será más difícil que otras actividades nos generen emociones agradables. 

Nuestro entorno social puede llegar a verse afectado si dejamos de dedicarles tiempo o a cancelar actividades con ellos. Llegando a generar que podamos estar más aislados o que no podamos conectarnos del todo con otras personas. 

La forma en la que nos percibimos puede verse afectada por depender solo de los logros que conseguimos. Pudiendo una visión de nosotros mismos que pueda estar equivocada o sesgada por fijarnos solo en los logros o lo productivo que seamos. 

La productividad puede afectarnos de muchas maneras, ésta se presentará en cada persona de una manera diferente. Podemos encontrarla afectando áreas de nuestra vida que podamos creer que no están relacionadas. 

El ser productivos es una capacidad necesaria para nuestra vida pero la productividad implica el descanso y el estar bien con nosotros mismos, puesto esto es el motor de que podamos seguir el ritmo que queramos llevar.

El ser productivos desde una perspectiva en que queramos convivir con ello, puede no ser la forma en la que hemos aprendido de base. Aún así siempre podemos aprender nuevas formas para vivir de una forma que no nos cause tanto malestar y podamos superar nuestras dificultades y compaginarlo con el resto de nuestros ámbitos. 

Podemos ver diferentes formas que podrían ayudarnos a ser productivos de una manera sana. La información compartida en este blog puede no ser suficiente para lo que nos genere a nosotros el ser productivos, si creemos que necesitamos más información, siempre podemos acudir a un profesional de la salud para que nos la facilite.

  • Para poder utilizar los recursos necesarios que queramos destinar a una actividad lo principal será establecer objetivos claros y realistas para la actividad que queramos desempeñar. Definiendo el tiempo que vamos a invertir y teniendo claro que es un objetivo alcanzable. 
  • Tomarnos descansos tras periodos de trabajo es muy importante debido a que nuestro cuerpo y mente tienen recursos limitados, al agotarse nuestro empieza a decaer, lo que significa que nuestro rendimiento caerá. Pudiendo generar que empeoremos nuestro trabajo, siendo lo contrario de lo que queríamos en un principio.
  • Recordar que no solo somos los objetivos conseguidos, sino que también somos el proceso que se esfuerza por conseguir objetivos, aunque no los consigamos. 
  • Respetar los horarios, recursos o tiempos elegidos en un primer momento es necesario para relacionarnos de manera sana con la productividad. Así podemos dedicar tiempo a otras tareas o actividades que también sean relevantes en nuestra vida. 
  • Que los objetivos o metas que nos propongamos tengan que ver con lo que nosotros queremos, necesitamos o podemos. Sin dejarnos influenciar por lo que el contexto necesita o nos exige. 
  • Poder realizar actividades sin buscar un beneficio o una retribución económica sino siendo por puro placer, descanso y que se alinee con lo que es importante para nosotros. 

Existen muchas maneras de ser productivos y poder llevar una vida que nos genere bienestar. Hay que tener en cuenta que en momentos puntuales se nos puede exigir un poco más de lo que podamos dar. Pero cuando una productividad excesiva se convierte en nuestra rutina puede hacer peligrar nuestra calidad de vida. 

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Hay muchos factores por lo que en un primer momento nos puede costar el intentar ser productivos de una manera sana. Dado que llevamos funcionando de una manera toda nuestra vida, implementar nuevas formas de ver la productividad o actuar puede llegar a ser algo complicado. Aún así, existen componentes que pueden dificultarnos empezar con estas prácticas. 

Podemos ver algunos a continuación. 

A veces no tenemos constancia de cuándo es el momento de parar al hacer cosas. Esto puede depender de la tarea, el tiempo que tengamos y lo que queremos invertir en hacer algo. Muchas necesitan mayor esmero y recursos que otras. Por ello, todo esto dependerá de un establecimiento realista de los objetivos que nos propongamos en un primer momento. En el que valoramos nuestro tiempo, recursos, energía, la tarea y la importancia de ella.  

El saber descansar puede ser algo complicado de aceptar si nunca los hemos tomado o no les damos importancia. La realidad de los descansos es que son necesarios para que funcionemos con un mejor rendimiento. Además de reponer energía, los descansos nos permite valorar el trabajo realizado y no solo fijarnos en el momento en que lo acabemos. 

Muchas veces creemos que solo hemos realizado un buen trabajo si acabamos exhaustos. Nuestro trabajo no solo se mide por el cansancio que conseguimos, sino por la calidad de éste, los objetivos conseguidos o el esfuerzo puesto en el. El trabajar hasta el agotamiento hará que nuestra calidad de trabajo y nuestro bienestar peligre. El descansar y recuperar energía es una parte importante para nuestro bienestar y para nuestro rendimiento. 

Solemos tender a pensar que hemos hecho algo solo en el momento de terminarlo. Pero debemos recordar que desde un inicio ya estamos movilizándonos, utilizando recursos y esfuerzo, el proceso es igual de válido que el objetivo. Consigamos este objetivo o no. La forma de conseguir metas es empezar a ponernos en ellas. 

Cuando centramos nuestro valor como persona en los objetivos o metas que conseguimos, puede generarnos que tengamos la necesidad de realizar proyectos constantemente, para así reafirmarlo nuestro propio valor. Recordar que somos más que los objetivos que conseguimos o las cosas que hacemos es muy importante para poder acercarnos a ser productivos y seguir sintiendo bienestar con nosotros mismos.

No completar los objetivos no significa que todo esté mal, muchas veces intentamos cosas que fracasan y esto puede generarnos emociones desagradables. Aprender que fallar es parte de intentarlo es un proceso muy complejo pero necesario para poder afrontar los problemas desde una perspectiva objetiva y real. 

La forma en la que producimos también puede venir influenciada por la cultura en la que vivimos, en donde nos refuerzan por ser productivos hasta que no podamos más. Debemos tener presente que nuestros objetivos y metas tienen que ir orientados a lo que nosotros queramos como personas y a nuestro propio ritmo de vida. No podemos seguir los ritmos de otros o cumplir con todo lo que otros nos exijan porque no estaríamos siendo objetivos con nosotros mismos. Esto nos podría generar expectativas falsas e inalcanzables, sumándonos así mayor estrés o malestar. 

Recordemos que estos componentes pueden no ser los mismos para todos y que pueden existir más no escritos en este blog. 

Algunas preguntas relacionadas con el tema hablado podrían ser las siguientes. 

La productividad es la capacidad que tenemos de ser eficientes en nuestro trabajo, generando así el mejor trabajo gastando la menor cantidad de recursos posible.

Ser productivos puede ayudarnos a que enfrentemos proyectos, tareas o trabajos de nuestra vida de la forma más eficiente, dedicando los recursos necesarios para ese propósito. De esta manera podemos compaginar este ámbito de nuestra vida con otras actividades y podremos superar lo que necesitemos de la manera en que sea parte de nuestra vida. 

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