The One I Love y la crisis de pareja

The One I Love es una película sobre las crisis de pareja, sobre las expectativas que tenemos y sobre cómo cambiamos.

Es una película atípica, que parte de una premisa de cine fantástico para hablar de cosas muy reales y plantea, desde ese prisma, situaciones muy habituales en pareja.

La crisis de pareja que plantea The One I Love es la siguiente: él le ha sido infiel a ella y acuden a terapia de pareja para recomponer su relación, recuperar la confianza y avanzar juntos.

Sin embargo, la terapia parece no funcionar y el terapeuta les recomienda que pasen un fin de semana en una casita de campo a la que suele mandar a las parejas más conflictivas. Les argumenta que todas las parejas que han ido, han vuelto más fortalecidas y unidas.

Así que la pareja se marcha de fin de semana a la bucólica casita.

A partir de aquí, es donde la película toma ese cariz fantástico: cuando él o ella entran en la casita de invitados de la propiedad se encuentran con versiones alternativas del otro. Versiones mejores, más comprensivas, más atentas, más cariñosas.

Parece como si la casita de invitados supiera cómo quieren que sea el otro y lo materializa.

Esta es la premisa principal de la película y como nos parece muy interesante verla sin saber más este Alerta Spoiler es más una recomendación que una explicación.

¿Por qué ver The One I Love?

Porque aborda las crisis de pareja y lo que suele suceder en ellas de forma muy original.

La película habla de cómo nuestras expectativas de hacia dónde debería hacer cambios el otro miembro de la pareja influyen en la forma en la que discutimos.

Plantea cómo expresar explícitamente las disculpas y el perdón sana y fortalece parte de la relación. Muestra cómo la desconfianza y los celos son parte natural de reestablecer vínculos. Y expresa que nos estas emociones el problema, si no cómo las gestionamos y qué hacemos con ellas.

Y, sobre todo, The One I Love habla sobre lo difícil que es contentar al otro cuando intentamos cambiar cosas. Habla sobre la identidad en pareja y lo difícil que es modificarla.

Se plantea que la identidad es una cosa inamovible, que nos enamoramos de lo que la otra persona es, y cuando aparecen cambios no suelen ser bienvenidos.

Sin embargo, ¿cómo podemos recomponer la relación sin cambiar cosas?

En la película se plantea de forma reiterada que los cambios, incluso si son para bien, se interpretan como desviaciones de la personalidad del otro. Si cambia, ya no es él o ella. Se convierte en otra persona.

Al final, estamos tan fusionados con nuestros gustos, con nuestras ideas, con nuestros razonamientos que acabamos por identificarnos tanto con ellos que nos volvemos ellos. En pareja eso pasa con mucha fuerza.

Para el otro miembro de la pareja podemos convertirnos en una colección de gustos, opiniones e ideas que deben permanecer inmutables para preservar el amor. Incluso cuando se intenta cambiar para bien, si esos cambios cuestionan esos gustos, esas opiniones o esas ideas se mal recibidos, dificultando aún más el proceso de cambio terapéutico que la pareja puede estar necesitando.

De todo esto habla The One I Love. Su escena final es una declaración firme sobre lo que acabamos de hablar: todo está bien, todo se ha recuperado y, sin embargo, un pequeño gesto que no debería de pasar lo vuelve a cambiar todo.

La maravillosa reinterpretación de uno de los carteles de la peli es, como siempre, de la artista Laura Calvo.