8 maneras para gestionar la envidia

La envidia es una emoción que no suele gustar nada. Solemos catalogar a la gente de envidiosa de forma peyorativa. En este blog te daremos ocho maneras para gestionar la envidia.

Como ya expresamos en otros blogs no es adecuado identificar a una persona con una emoción. Las personas NO SOMOS alegres, celosas, envidiosas, sino que ESTAMOS alegres, celosas y envidiosas.

¿Para qué nos sirve la envidia?

La envidia es una emoción tan sana y necesaria como el resto que nos permite identificar qué queremos. Nos dice: “mira a ver porque quizás eso que tiene esa persona es algo que anhelas o quieres para ti”.  Por tanto, la envidia es una emoción que evolutivamente tiene un sentido, sin ella muchas veces no sabríamos identificar qué queremos.

De todas formas, cuando la envidia aparece y nos pregunta si queremos algo concreto, nosotros debemos de contestarle algo a esa emoción. Es decir, el hecho de sentir envidia no significa que queramos al 100 por 100 lo que tiene esa persona. La envidia pregunta y nosotros contestamos y decidimos si luchar o no por conseguir aquello que la envidia nos ha preguntado si queremos.

Por ejemplo, yo puedo tener envidia de mi vecino que se acaba de comprar un coche nuevo y preguntarme por qué me da envidia si a mí no me gustan los coches. Si indago, quizás llegue a la conclusión de que no me da envidia su coche, si no poder tener el dinero que creo que le habrá costado.

Señales de que no estás gestionando bien la envidia

Esta emoción ha sido muy criticada a lo largo de nuestra historia en nuestra cultura. Cuantas veces habremos oído: “no seas envidioso, pepito, alégrate por tu amigo” “Juanito es muy culo veo, culo quiero”. Nos han enseñado que es una emoción mala de personas débiles y que no debe sentirse. Las personas fuertes no sienten envidia.

Por eso es totalmente normal que no sepamos gestionar la envidia. Si te sientes identificado con algunas de estas afirmaciones no pasa nada, no dice nada malo de tu persona, solo habla de tus dificultades para gestionar la envidia:

• Sientes una especie de odio hacia esa persona por la que sientes envidia
• Criticas mucho a la persona por la que sientes envidia
• Le das vueltas a lo injusto de que esa persona tenga eso que quieres
• Tienes sensaciones desagradables e incómodas hacia una persona y no sabes por qué
• Cuando te cuentan algo bueno tiendes a minimizarlo y cambias la conversación hacia lo mal que a ti te va (normalmente esto se hace de forma inconsciente)
• No te alegras por los éxitos de tus allegados
• No sabes cómo alegrarte por los éxitos de tu gente cercana
• Que los demás hayan conseguido cosas sólo te recuerda que tú no lo tienes y eso te enfurece

Consecuencias de gestionar mal la envidia

Problemas de identidad

Ansiedad

Mala gestión emocional

Conflictos con los demás

Odio mal gestionado

Incapacidad para identificar qué quiere uno

Impide el desarrollo personal

Señales de que estás gestionando bien la envidia

Las siguientes afirmaciones son aspectos importantes a tener en cuenta para gestionar bien la envidia:

• No intentes controlar la envidia
• No intentes evitarla ni suprimirla
• Acepta la emoción de envidia y las sensaciones asociadas
• Identifica cómo se manifiesta la envidia en tu cuerpo
• Identifica de donde viene y qué te quiere decir
• Se amable contigo mism@ por sentirla
• No asumas que el hecho de sentirla dice algo de ti
• Identifica si quieres algo que esa otra persona por la que he sentido envidia tiene recordando que a veces las emociones son falsas alarmas, saltan, nos dan información, pero no se corresponden a nuestras necesidades, valores o identidad

Recuerda que la envidia puede aparecer junto con otras emociones que pueden estar surgiendo en ese momento. Aunque parezca contradictorio se puede sentir envidia y alegría al mismo tiempo

Algunos consejos para gestionar la envidia

Para gestionar la envidia lo primero que debemos de comprender es que es una emoción perfectamente válida. Y como el resto de las emociones, no es eterna: fluye, viene y va.

No existe la envidia buena o la envidia mala. Todas las envidias son buenas. Lo que sí que existe es la envidia bien gestionada y la envidia mal gestionada.

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