La ruptura como proceso psicológico
Publicado el 6 octubre 2025 - Sin categoría

Las rupturas no son solo una etapa o un proceso dentro de las relaciones, sino que también es un proceso interno que, de cierta manera, desestabiliza nuestra mente y emociones. Cuando estamos en un proceso de ruptura, es normal sentir dolor, confusión e incluso insomnio o falta de apetito. Esto ocurre porque realmente hemos tenido una pérdida y nuestro cuerpo lo asume como tal.
Existe una idea popularmente extendida respecto de las rupturas y es que son algo sin importancia. La realidad es que cada persona tiene su ritmo para asumir los cambios en su vida y no debemos apresurarlos por la presión social que conllevan frases como “deberías superarlo más rápido”. No es útil esforzarse por evitar sensaciones desagradables. De hecho, cuando intentamos reprimir emociones el resultado suele ser prolongar el sufrimiento. En lugar de luchar contra lo que sientes, es mucho más saludable prestar atención a sentirlas.
¿Por qué una ruptura duele tanto?
Normalmente cuando terminamos una relación, no solo estamos acabando con la persona en particular, sino que también perdemos las rutinas que teníamos con esa persona, los planes a corto medio plazo, la sensación de estabilidad que nos aportaba esa persona y la parte de ti que ocupaba el hueco de pareja de, que tendría unas características especiales de cómo ser tú, con esa persona.
Las fases del duelo emocional
Los duelos son algo íntimo y personal que van cambiando según la época de la vida, la pérdida en cuestión o por infinidad de motivos. Sabemos que el duelo no es lineal pero se han recogido ciertas etapas que te podrán ayudar a normalizar lo que sientes.
Negación
“Esto no me está pasando” digamos que esta etapa puede funcionar como un mecanismo de protección para amortiguar el golpe.
Ira
La rabia hacia la otra persona, hacia ti mismo o incluso hacia amigos que te insisten en que “era lo mejor”. Cuando nos enfadamos realmente es porque tomamos esta situación como injusta.
Negociación
En esta etapa se suele fantasear con volver. “Si cambio volverá conmigo”.” Si consigo saber qué hice mal, todo volverá a ser como antes” esta es en la etapa en la que se suele aceptar condiciones dañinas por tal de eliminar el malestar de la pérdida
Tristeza profunda
Es la respuesta natural ante la pérdida, normalmente si perdemos algo o alguien que para nosotros lo normal es que surja la tristeza. Es importante que esta aparezca sin evitarla, para poder cerrar bien nuestro duelo
Aceptación
Se asume que la relación ha acabado y no se puede luchar contra la realidad.
Errores que prolongan el sufrimiento
A veces, nuestra estrategia ante el malestar de la ruptura es darle vueltas a la cabeza, pensando que así encontraremos una solución, cuando lo que realmente pasa es que alimentamos el dolor a fuerza de evitar sentirlo, hacemos que se quede en medio de la habitación mucho más tiempo del que teníamos planeado.
Idealizar la relación
Es uno de los errores más comunes. Recordar solo lo bueno, eliminando los motivos reales de la ruptura. A veces, tendemos a recordar solo los momentos bonitos con esa persona, todo lo que nos aportaba, lo que nos hacía sentir bien.
Lo normal en una pareja es que haya cosas que nos hagan sentir bien y es normal recordar el pasado con añoranza, más teniendo en cuenta que ahora estamos en un momento de tristeza después de haber tenido una relación con una persona, en la que en muchos momentos nos hemos sentido cuidados, respaldados y queridos.
Contacto cero o seguir siendo amigos
Cada relación es un mundo. No hay una receta universal que sea útil para todas las rupturas, porque no todas las personas somos iguales ni necesitamos las mismas cosas. No es necesario siempre bloquear a tu ex, de hecho, hay veces que no se pueda, porque compartáis lugar de trabajo, o grupo de amigos.
Es importante la comunicación, pero si notas que hay ese cosquilleo cuando recibes un mensaje, o si realmente habéis decidido dejarlo, pero seguís hablando habitualmente, quizás es momento de darse espacio.
La intermitencia
Suele pasar que las rupturas pasen a ser una línea discontinua en la pareja se detiene y se retoma de manera intermitente. Esto no suele ser lo mejor para ninguna de las personas que conforman la relación, ya que, si no se trabajan, en el caso de ser trabajables, las circunstancias que han llevado a la primera ruptura, estas seguirán ahí.
La intermitencia nos ayudará a mitigar el dolor de manera momentánea. “estoy mal porque le echo de menos, echamos el día juntos y así me quito el malestar” de esta manera estamos evitando exponernos a la certeza de que realmente separarnos de esta persona y de lo que significa, será doloroso para nosotros, pero es un acto que tenemos que hacer.
Crítica destructiva
Es normal que a veces nos aborden pensamientos como: “si hubiera hecho X, aún estaríamos juntos” “si hubiera cambiado esto que me dijo” tendemos a buscar explicaciones, haciendo conjeturas de cosas que no podremos comprobar, esto lo único a lo que puede ayudarnos es a seguir enredados en los propios pensamientos.
Las decisiones que tomamos son las que podemos tomar en el momento con la información que tenemos.
Frases bienintencionadas que invalidan el dolor
En medio de todo este caos interno, a veces, las personas que tenemos a nuestro alrededor intentan ayudarnos con frases hechas como” No es para tanto” “hay más peces en el mar” entre otras frases hechas. No hay ninguna duda de que las personas que nos dicen estas cosas, intentan animarnos, pero esta frases para quien las escucha, pueden hacer que su dolor se convierta en mínimo o ilegítimo, invalidando esta sensación.
El sufrimiento no se puede medir con una regla, ni podemos igualar para todos lo que ha significado una relación en cada caso. En nuestra cultura, poco a poco, nos estamos acercando cada vez más a relaciones más fugaces en las que este tipo de mensajes nos puede hacer pensar que no deberíamos estar sufriendo, cuando realmente, sufrir es lo natural cuando hablamos de una pérdida significativa.
Los extremos de las relaciones
El amor si es bueno no se acaba
Frases como “el amor si es bueno no se acaba” representan un tipo de relaciones en las que no existía la separación. El amor romántico que vemos representado, de manera transversal, en casi todos los ámbitos de nuestra vida nos hablaba del amor para siempre y de que “el amor lo podía todo”.
Estos mitos del amor romántico, si están muy presentes en nuestra vida, pueden que nuestra ruptura sea un poco más dolorosa. Estos mitos crean una serie de expectativas que hacen que veamos las relaciones de una manera más mística e idílica. Creencias como “la media naranja” “el único amor verdadero” o “el amor lo puede todo” pueden hacer que nos sintamos aún más tristes y culpables, ya que hacen de esta pérdida algo irremplazable para nosotros. Hemos de tener en cuenta que estas creencias son mitos.
Realmente no necesitamos una pareja para sentirnos completos. Esto no significa que la ruptura no sea dolorosa y que sea un momento de tristeza, lo que significa que es que quizás tenemos que resignificar el peso de las relaciones en nuestra vida.
Si sientes que tienes una pareja para sentirte completo, hay que ir a terapia.
¿Por qué me duele si no somos nada?
En contraposición a “el amor para toda la vida” están las relaciones que podemos llamar relaciones líquidas en las que los límites no están bien definidos y donde no existe un compromiso explícito entre las dos personas. En este tipo de relaciones, donde las señales son confusas y el afecto suele ser intermitente, también se crea un vínculo y cuando este se rompe, aunque no exista etiqueta para esta relación, la ruptura es dolorosa.
De hecho, puede serlo incluso más, porque en relaciones donde hay “idas y venidas” aprendemos que después de una separación viene un acercamiento y por tanto, nos cuesta un poco más dejar de esperar que el reencuentro se produzca.
En ambos casos, tanto cuando tenemos esperanzas de un amor eterno, como cuando tenemos la experiencia de vínculos frágiles lo normal es que el dolor se intensifique. No solo perdemos a alguien, sino también nuestras expectativas y, de algún modo se elimina esa esperanza respecto a lo que consideramos nuestro ideal de pareja.
Redes sociales después de la ruptura
Hoy en día tenemos conexión con las personas de nuestro alrededor en cualquier momento. Esto nos puede dificultar la separación de la persona, ya que al ver sus fotos podemos hacer conjeturas sobre su vida y sobre cómo está. Como se ha explicado anteriormente, el contacto cero no tiene por qué ser la única opción, pero sí tenemos que tener en cuenta que podemos encontrarnos notificaciones de la otra persona, que tengan que ver con su vida actual y nos pueden abordar pensamientos desagradables sobre ello.
Recuerda que son solo pensamientos y que por pensarlos no se convierten en realidad. Igual que tu vida no ha acabado después de la relación, la de tu expareja tampoco.
¿Cuándo buscar ayuda de un profesional?
Como decíamos, el dolor en las rupturas es natural, hay una pérdida y por tanto la tristeza nos aborda. Cada ruptura es diferente, al igual que lo es cada relación. Hay veces que nos sentimos perdidos en la línea de si nuestro malestar es normal o patológico.
¿Cuándo deberíamos buscar ayuda?
- Si después de meses aún no nos podemos creer que la relación se haya roto, justificándonos con que “nos hemos dado un tiempo, pero volveremos”, por ejemplo.
- Cuando existen síntomas físicos: pérdida de peso significativa, insomnio, aislamiento, estado de ánimo anormalmente bajo.
- Si llevas en el duelo más de un año.
- Si hay mucha intermitencia de idas y venidas en vuestra ruptura.
- Si sientes que estas perdido o que después de la ruptura tu vida no tiene sentido.

Reconstrucción de quien soy
Cuando estamos en pareja, una parte de quienes somos que se convierte en “la pareja de” cuando esta relación se rompe, esta parte ya no está activa, por lo que estaría bien preguntarte si hay ciertos hobbies que abandonaste por priorizar a esta persona, o qué cosas de tu vida han cambiado o has priorizado menos mientras que estabas en la relación.
Cambiar cosas de tu vida mientras que estás en una relación no tiene por qué ser necesariamente negativo. Cuando tenemos una pareja, nuestras prioridades son diferentes a cuando no la tenemos, ya que hay una persona más en nuestra vida a la que dedicarle tiempo. Por eso, una vez que la relación se ha roto no estaría mal preguntarnos si hay algo que se había quedado atrás en nuestra lista de prioridades que ahora queremos retomar.
Crecimiento después de la ruptura
una vez hemos pasado el duelo, podemos plantearnos cómo fue la relación. Dónde están nuestros límites emocionales y qué esperamos de una pareja en el futuro. Plantearnos qué esperamos de la relación, de la otra persona y cómo relacionarnos, no tiene que tener relación con intentar que la próxima relación sea perfecta, pero sí puede ayudarnos a tener claro cómo sería una relación conforme a nuestros propios valores y qué tipo de persona puede acompañar en ese camino.
Las rupturas son inevitablemente dolorosas al principio, pero nuestro dolor es lícito y puede ayudarnos a ver las cosas con claridad en el futuro.
Si estás sobrellevando una ruptura dolorosa, cuenta con nosotros para ayudarte en este proceso.
Preguntas frecuentes sobre las rupturas amorosas
¿Qué hacer después de romper con tu pareja?
Después de una ruptura, es importante no intentar arreglar el dolor de inmediato, sino más bien dejarnos un espacio para sentirlo. Las emociones que aparecen, aunque sean desagradables, son una respuesta normal a la pérdida de algo valioso. Tratar de evitarlas con distracciones constantes puede generar un alivio momentáneo, pero a largo plazo suele dificultar la adaptación. En lugar de huir del malestar, podemos exponernos a él, entendiendo que es parte del proceso.
¿Cómo saber si es momento de separarse?
Tenemos que preguntarnos qué función está cumpliendo la relación en nuestra vida. A veces nos quedamos en una relación por costumbre, por miedo a la soledad o por la esperanza de que las cosas cambiarán. Separarse no significa que la relación haya fracasado, sino que se ha cumplido un ciclo. Tomar esa decisión puede ser, aunque doloroso, un acto de autocuidado y coherencia. No existe un criterio único para saber cuándo hay que terminar una relación.
¿Cuánto tiempo es el periodo del duelo de un amor real?
El periodo de duelo de cualquier relación es relativo para cada persona y para cada relación. El duelo nunca es una línea recta, sino que es más bien un camino de montaña. A veces es duro, pero cuanto más nos acerquemos al final más bonitas serán las vistas.
Mas que enfocarnos en cuánto debería durar, podríamos observar cómo estamos transitándolo: si nos estamos dando espacio a sentir, si estamos relacionándonos con el dolor de una manera rígida o flexible, si nos quedamos enganchados en ciertos pensamientos. Las relaciones que acaban, con el tiempo se integran como parte de nuestra historia. Cada uno a su tiempo.
¿Quieres concertar una cita en Acimut?
Si buscas un psicólogo en Madrid que te ayude, en Acimut te ofrecemos a enseñarte cómo superar una ruptura amorosa. Enfocamos tus necesidades para dar una ayuda integral y personalizada. Si quieres saber más sobre estas herramientas nosotros podemos ayudarte.
Estaremos encantados de ayudarte en nuestro centro Acimut Psicología Aplicada en la calle de Cristóbal Bordiú, 42, Madrid. Puedes concertar una cita en nuestro centro de psicología en Chamberí con nuestros especialistas en el correo info@acimutpsicologia.com o en el teléfono 722 112 469
En Acimut Psicología Aplicada ayudamos a establecer nuevos rumbos.
En nuestro gabinete de psicología en Chamberí podemos ayudarte. También tenemos servicios de terapia online si no vives cerca de Madrid o Chamberí.
Expectativas vitales