Entendiendo el síndrome de Munchausen por poderes
Publicado el 11 agosto 2025 - Sin categoría

Seguro que te suena o has leído el famoso libro Las aventuras del Barón Münchausen. El Barón de Münchausen fue un noble alemán del siglo XVIII conocido por contar historias tan exageradas y fantásticas que resultaban difíciles de creer. Aunque sus relatos eran claramente inventados, los narraba con tanto carisma y humor que se convirtió en un personaje muy popular. Por eso, su nombre comenzó a asociarse con personas que mienten de forma ingeniosa y entretenida.
La popularidad de este personaje dió origen al término “síndrome de Münchausen”, utilizado en medicina para describir un trastorno en el que una persona finge enfermedades o síntomas para atraer atención o simpatía. Esta puede llegar a mostrar síntomas físicos o psicológicos que no corresponden a ninguna enfermedad identificable, sino que son invenciones creadas con una motivación psicológica.
Las personas con este trastorno inventan o exageran síntomas que pueden ir desde dolores vagos hasta enfermedades graves. Este comportamiento puede llevar a que se realicen tratamientos médicos innecesarios, procedimientos invasivos y, en algunos casos, causar daño físico real. Los pacientes suelen tener grandes conocimientos médicos y pueden manipular pruebas diagnósticas para que sus síntomas parezcan reales. A menudo, visitan varios hospitales o consultas médicas para evitar ser descubiertos, obtener nuevas opiniones médicas o continuar recibiendo atención y cuidados.
¿Qué es el síndrome de Münchausen?
En el síndrome de Münchausen, la persona finge estar enferma no para obtener beneficios materiales, sino para satisfacer una necesidad psicológica profunda de ser atendida y cuidada. Su principal deseo es asumir el papel de paciente y recibir cuidados, no evitar responsabilidades ni obtener dinero o compensaciones. A menudo, estas personas tienen dificultades para establecer relaciones personales estables y pueden haber experimentado traumas o enfermedades en la infancia que las llevaron a asociar el cuidado médico con el afecto y la atención.
¿Qué es el síndrome de Münchausen por poderes?
El síndrome de Münchausen por poderes (o Münchausen by proxy) es una variante del síndrome de Münchausen, donde la simulación de enfermedad se impone a otra persona en lugar de a uno mismo. En el síndrome de Münchausen, la persona finge o provoca síntomas en sí misma para asumir el rol de paciente y recibir atención. En cambio, en el síndrome de Münchausen por poderes, un cuidador (generalmente la madre), inventa o causa síntomas en alguien bajo su cuidado, como un niño, para que parezca enfermo.
Realmente, este síndrome es una forma grave de maltrato infantil que a menudo pasa desapercibido durante semanas, meses o incluso años. El abuso físico o emocional, donde la simulación de síntomas es direccionada al hijo, lleva a tratamientos de salud y cirugías innecesarios. Las víctimas suelen ser niños pequeños, con una edad promedio entre los 20 meses y los 5 años.
Motivaciones del cuidador
Te preguntarás, ¿por qué una madre o un padre haría algo así? Detrás de este trastorno se esconden motivaciones como la necesidad profunda de validación o el deseo de control por los que un progenitor podría simular o provocar enfermedades en su propio hijo.
Necesidad de atención y validación
El cuidador suele experimentar una necesidad patológica de atención, compasión y admiración por parte de los demás. Al simular una enfermedad en su hijo, logra despertar la compasión de quienes lo rodean. Además, al mostrarse atento y dedicado al cuidado del niño, es percibido desde fuera como un salvador, una madre o un padre ejemplar, e incluso un héroe. De esta manera, obtiene el reconocimiento y la admiración que tanto anhela de su entorno.
A su vez, esta necesidad profunda de validación y atención por parte del cuidador suele tener sus raíces en su propia infancia. Es probable que este creciera en un entorno donde el afecto y la aceptación eran intermitentes o escasos, haciendo que crezca buscando constantemente la aprobación externa para sentirse valioso y aceptado.
Deseo de control
El deseo de control se manifiesta cuando el cuidador manipula la salud del niño para ejercer poder sobre su entorno y sobre las decisiones médicas que se toman. Esta necesidad de control puede surgir como una forma de compensar sentimientos de impotencia o falta de control en otras áreas de la vida del cuidador.
Como ya hemos explicado, al crear una imagen de un niño enfermo, el cuidador se convierte en el centro de atención, recibiendo simpatía y reconocimiento por su dedicación. Este rol de “salvador” le otorga una sensación de poder y control que puede ser emocionalmente gratificante. Además, al manipular la percepción de los profesionales de la salud, el cuidador puede sentir que tiene dominio sobre las decisiones médicas, reforzando su sensación de control.
¿Por qué se desarrolla este trastorno?
En cuanto a las razones por las que se puede desarrollar este trastorno, a pesar de no conocerse sus causas exactas, estos son algunos de los factores que pueden contribuir a su aparición:
Traumas infantiles
Las personas que han sufrido traumas en la infancia pueden desarrollar comportamientos disfuncionales en la adultez. En el caso del síndrome de Munchausen por poder, el cuidador puede haber experimentado abandono, abuso o negligencia en su niñez, lo que afecta su forma de relacionarse y buscar atención. Fingir o provocar enfermedades en otra persona, generalmente un hijo, puede ser una manera de obtener la atención y el cuidado que no recibió en su infancia.
Sensación de abandono
Experimentar la pérdida de un ser querido o sentirse ignorado durante la infancia puede dejar una sensación de vacío emocional. Algunas personas intentan llenar ese vacío buscando atención constante. Fingir que su hijo está enfermo puede ser una forma de atraer la atención de médicos, familiares y amigos, haciéndoles sentir importantes y cuidados.
Enfermedad grave en la infancia
Si una persona estuvo gravemente enferma de niño y recibió mucha atención y cuidado durante ese tiempo, puede asociar estar enfermo con sentirse amado y atendido. En la adultez, podrían intentar recrear esa situación provocando o fingiendo enfermedades en sus hijos para revivir esa atención y cuidado.
Depresión
Las personas que sufren de depresión o tienen una baja autoestima pueden sentirse inútiles o no queridas. Cuidar de alguien que está enfermo, incluso si la enfermedad es fingida, puede darles un sentido de propósito y valor. Además, recibir elogios por ser un “buen cuidador” puede mejorar temporalmente su autoestima.
El caso de Gypsy Rose
El caso de Gypsy Rose Blanchard y su madre DeeDee es posiblemente el caso real más popular del síndrome de Munchausen por poderes. Desde su infancia, Gypsy fue sometida por su madre a un abuso sistemático que incluyó la invención y la provocación de enfermedades inexistentes.
DeeDee afirmaba que su hija tenía múltiples enfermedades graves, incluyendo leucemia, distrofia muscular y epilepsia, manteniendo así a su hija en un estado constante de dependencia y sumisión. Para mantener esta fachada, le rapaba la cabeza regularmente; le obligaba a usar una silla de ruedas y un tanque de oxígeno; la alimentaba mediante una sonda gástrica afirmando que no podía comer alimentos sólidos, e incluso mentía en la edad de Gypsy haciéndola pasar por mucho más jóven de lo que era. Cabe mencionar que Gypsy siempre estuvo completamente sana.
Esta manipulación y control extremo le permitieron proyectar la imagen de una madre abnegada y dedicada a cuidar de una hija gravemente enferma. Esta farsa le consiguió la simpatía de su comunidad y el apoyo de numerosas organizaciones benéficas, que les proporcionaron donaciones, regalos y viajes gratuitos. Los vecinos las admiraban y sentían una profunda compasión por su situación, creyendo que Dee Dee era una madre ejemplar. Incluso programas de televisión las invitaban a compartir su historia, presentando a Dee Dee como un modelo de sacrificio y amor maternal.
Ahondando en la historia familiar de DeeDee, sus primeros años de vida estuvieron marcados por una dinámica familiar disfuncional y con antecedentes problemáticos. Su madre, Emma, era una mujer manipuladora y conocida por su comportamiento cleptómano en tiendas y lavanderías, mientras que su padre estaba ausente en su vida. Aparte, en los primeros años de vida de Gypsy, DeeDee fué encarcelada durante unos meses, y su madre Emma tomó el control de la crianza de Gypsy desde un enfoque dominante y controlador. Al volver de la cárcel, Emma no quería devolverle a DeeDee a su hija, cuestionando constantemente su valía como persona y especialmente como madre.
Finalmente, el caso acaba con el asesinato de DeeDee por parte de Gypsy y su novio Nicholas, al que conoció por internet. Fueron encarcelados y en 2023, Gypsy fué liberada. Si te interesa conocer más acerca de este caso, te recomendamos el documental Confesiones de prisión: Gypsy Rose Blanchard o la serie The Act.

Posibles señales de alerta
A pesar de ser un síndrome complejo de detectar, hay ciertas señales que pueden indicar la presencia de un caso de Münchausen como el de Gypsy:
Comportamiento demasiado atento del cuidador
El cuidador parece estar siempre excesivamente pendiente de la salud del niño, más que otros familiares. A menudo busca llamar la atención del personal médico.
Cambio frecuente de médicos
Suele cambiar de médicos o centros de salud con frecuencia, especialmente cuando los anteriores no encuentran una causa para los síntomas que describe.
Síntomas que sólo aparecen en casa
Los síntomas que el cuidador menciona no son observados por los médicos y tienden a desaparecer cuando el niño está en el hospital, reapareciendo al regresar a casa.
Conocimientos médicos avanzados
El cuidador puede tener experiencia o formación en el ámbito de la salud, lo que le permite describir síntomas de manera detallada y convincente. En el caso de Gypsy, su madre DeeDee estudió enfermería durante varios años, teniendo así conocimientos médicos avanzados que utilizaba para simular las enfermedades.
Mejoría del niño cuando está lejos del cuidador
Los síntomas del niño mejoran cuando está separado del cuidador, especialmente en entornos hospitalarios.
Sustancias extrañas en el cuerpo del niño
Se encuentran medicamentos o químicos en el cuerpo del niño que no han sido recetados por los médicos.
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